Los procesos religiosos tienen una gran significación sobre las denominadas Tierras del Nuevo Mundo, sin dudas la Iglesia Católica Apostólica Romana ha gozado de un cierta Hegemonía, principalmente por estos territorios significantes, desde el siglo XV hasta el presente.
Veamos:
1. El proceso de colonización del Nuevo Mundo trajo tensiones y encuentros principalmente entre las culturas originarias, el colonizador que llegaba y el intermediario religioso. Este último jugó con retrocesos y encuentros, desde el relato de Fray Bartolomé de las Casas que señalaba el espiritu depredador del colonialismo hasta la organización jesuítica en favor de los pueblos originarios, el trabajo jesuita siempre del lado de los oprimidos, organizó la resistencia indigenista contra el colonizador dominante sean estos portugueses, holandeses, españoles o bandeirantes. Testimonio de ello quedaron las ruinas jesuíticas que comprenden parte de Argentina, el Sur del Brasil y el Paraguay, pueblos como Misiones, Sao Borja, Sao Miguel das Missoes e Santo Antonio, dan prueba de la organización jesuita en favor de los pueblos originarios.
2. Los procesos emancipatorios también tuvieron esta presencia, los grupos libertadores con influencia jacobina también contaron con frailes y sacerdotes en sus filas. Desde un Fray Mamerto Esquiu hasta el fundador del Colegio Mayor posterior Universidad de Buenos Aires como el Presbítero Antonio Sáenz.
3. El siglo XX encontró a la Iglesia Católica en diferentes posiciones, en los 60 enfrentada a los Informes de Mc Namara, al accionar de la Fundación Rockefeller hasta los 70 donde desde sus filas de motorizaron movimientos juveniles de claro sesgo insurgente, no son casualidades que la Teología de la liberación que tendrá fuerza en los 70, ya se venia gestando en la denominada Pastoral de Base, Pastoral Popular y Teología latinoamericana de los 60.
4. Hoy siglo XXI la Iglesia Católica ha perdido espacio, fieles y territorio, no así simbólicamente el Poder, sin dudas ubicar al frente del Papado a un latinomericano, no es poca cosa, es también un llamado de atención para adentro y para afuera de la propia Iglesia. El acercamiento del Papado a prácticas sociales, a los movimientos populares, refuerzan una lectura, se profundiza la línea del Vaticano II, y los documentos de las conferencias latinoamericanas de Medellín, Puebla y Aparecida, no hay dudas que la Opción preferencial por los pobres, es hoy política de Estado pontificia.
Prof. Mg. Eduardo Luis Moggia