Resumen
En
este breve análisis de coyuntura se buscará evaluar el progreso del
proyecto UNASUR-1. Instituido en 2012, este proyecto está dentro de
un ámbito que busca una mayor integración de los Estados
sudamericanos, principalmente, en el área de defensa y seguridad.
Así, se abordan aspectos coyunturales tanto internacionales como
domésticos de los Estados involucrados en el proyecto.
Palabras
clave: UNASUR-1;
Defensa regional; Integración sudamericana.
Resumo
Nesta
breve análise de conjuntura se buscará avaliar o andamento do
projeto UNASUL-1. Instituído em 2012, este projeto está dentro de
um escopo que visa uma maior integração dos Estados sul-americanos,
principalmente, na área de defesa e segurança. Assim, são
abordados aspectos conjunturais tanto internacionais quando
domésticos dos Estados envolvidos no projeto.
Palavras-chave:
UNASUL-1; Defesa regional; Integração sul-americana.
La bipolaridad existente durante
la Guerra Fría resultó en la preponderancia aplastante del
neorrealismo dentro de los análisis de seguridad internacional. La
concentración de los estudios en el nivel sistémico internacional
según Kelly (2007) ocurrió en detrimento del análisis regional.
Sin embargo, con el fin del conflicto el péndulo acabó
retrocediendo y las regiones recuperaron cierta autonomía en la
explicación de los conflictos y de sus soluciones. En ese sentido,
en la medida que las amenazas atravesaron las fronteras nacionales y
regionales, los Estados pasaron a buscar formas colectivas de proveer
seguridad (SOUZA, 2016).
En América del Sur esto se
observa a partir de la década de 1990. Sin embargo, el área de la
seguridad no se abarca de manera suficiente con estos nuevos arreglos
institucionales regionales. Sólo a finales de los años 2000, con el
advenimiento de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y su
principal órgano destinado a asuntos de seguridad internacional, el
Consejo de Seguridad (CDS), que el asunto gana contornos más
expresivos.
Creada en 2008, la UNASUR está
orientada a la cooperación regional en el ámbito político,
económico, social, de infraestructura y defensa (SANAHUJA, 2013).
Sin embargo, es importante destacar el carácter heterogéneo en la
constitución de los miembros. Participan de UNASUR países con
distintos signos ideológicos y esquemas integrativos, que van desde
la Alianza Bolivariana hacia los Pueblos de Nuestra América -
Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA) a la Alianza del Pacífico,
pasando por el Mercado Común del Sur (Mercosur). De tal forma que
mientras algunos países, consideran a UNASUR un espacio de
resistencia frente al poder de Estados Unidos, para otros países, se
trata sólo de un foro multilateral de acción coordinada (NERY,
2016).
La UNASUR no se pretende, por lo
tanto, como formadora de una identidad vinculante, en el sentido
jurídico, (FUCCILLE, REZENDE, 2013), sino como vector para el
mantenimiento de la zona de paz de nuestro continente a partir de la
convergencia de intereses y de su subsiguiente coordinación y la
cooperación político-militar. La idea sudamericana, en ese sentido,
no es de proyección internacional, sino búsqueda de convivencia
pacífica y de autonomía en su zona de paz sin necesidad de recurrir
a la Organización de Estados Americanos (OEA) para negociar las
crisis sudamericanas, por ejemplo.
Esta búsqueda por crear
condiciones de protección regional y solucionar problemas autóctonos
de la región, atraviesa por diversos desafíos, que van desde el
rescate o la creación de una identidad sudamericana hasta la
construcción de una industria de defensa regional. Influir en el
ámbito doméstico de los Estados, principalmente en un asunto tan
sensible como los concernientes a la defensa, no es algo simple y que
requiere la evolución de las relaciones de los Estados dentro del
entorno regional.
Así, entre las acciones de
UNASUR en la búsqueda de la creación de cooperación en materia de
seguridad tenemos el proyecto del IA-73, o UNASUR-1. Como una
integración concreta entre los países, el proyecto UNASUR-1
consiste en la cooperación interestatal para la construcción de una
aeronave de entrenamiento militar básico entre países sudamericanos
y para países sudamericanos miembros de UNASUR. La idea de este
proyecto es reducir la dependencia de este tipo de tecnología desde
fuera de la región que implica costos y términos de cambio
desfavorables y no siempre se adaptan a las necesidades locales, así
como la promoción de la industria de defensa de la región.
La iniciativa del proyecto
UNASUR-1 partió del gobierno de Argentina, apoyada por el gobierno
brasileño. Su presentación oficial tuvo lugar en diciembre de 2012,
durante la IV Reunión del CDS en Lima, Perú. Después de aprobada
la propuesta por los Estados miembros, el UNASUR-1 pasó a formar
parte del Plan de Acción de 2013. Ya a principios de 2013, durante
la feria Laad Security & Defense, en Río de Janeiro, se firmó
el término creador del comité consultivo del proyecto en señal de
rápido compromiso de los jefes de Estado en el proyecto (DIAS et
al., 2013).
El desarrollo del UNASUL-I fue
presupuestado en 60 millones de dólares, de los cuales 38 millones
de dólares serían asignados por Brasil, US $ 16 millones por
Argentina, US $ 3 millones por Ecuador y US $ 3 millones por
Venezuela. En abril de 2015 durante la I Reunión del Comité
Consultivo del Proyecto UNASUR-1se fundó la Unasur Aero SA, que
recibe los valores de los Estados miembros y repasa para las empresas
contratadas que forman parte del proyecto (DIAS et al., 2013 ). La
previsión inicial era que hasta el final de 2015 el primer prototipo
del UNASUR-1 estaría listo. Sin embargo, se percibe que el proyecto
se encuentra estancado. Así, se infiere que el estancamiento del
proyecto UNASUR-1 puede ser analizado a partir de tres niveles:
internacional, regional y nacional.
La euforia del multilateralismo
en la primera década de los años 2000 y la proliferación de
organizaciones multilaterales que generó el UNASUR perdió fuerza a
nivel internacional en la segunda década. La falta de capacidad de
los Estados en producir resultados efectivos generó una reanudación
del bilateralismo en las relaciones internacionales.
Además, en el plano regional el
escenario es bien distinto de aquel del surgimiento de UNASUR. La
coyuntura actual presenta una transición de gobiernos con sesgos más
progresistas (de izquierda o nacionalistas) a gobiernos con sesgo más
neoliberal, profundizada desde el punto de vista nacional por la
crisis político-económica en los principales países involucrados
en el proyecto de UNASUR-1. En este sentido, las políticas más
intervencionales en el plano interno son sustituidas por políticas
más restrictivas y las políticas más autónomas en el plano
externo son sustituidas por políticas de alineación con la gran
potencia lo que acarrea en la alteración de la relevancia del
proyecto UNASUR-1 y de la UNASUR como un todo en la región.
De acuerdo con
Souza (2016) el compromiso y optimismo inicial de Argentina para la
concretización de las medidas del CDS contrasta con la coyuntura
actual de menor participación, especialmente después de la elección
de Mauricio Macri y su mayor vinculación con potencias
extrarregionales. En el caso de Brasil, considerado como un líder en
el proceso de construcción de UNASUR, hay una pérdida de aliento a
lo largo del tiempo principalmente tras el escenario de inestabilidad
política y económica, marcado por el proceso de impeachment de la
ex presidenta Dilma Rousseff. Paralelamente, en Venezuela hay un
agravamiento del escenario, marcado por la progresiva crisis política
tras el fallecimiento de Hugo Chávez y con la creciente violencia
perpetuada incluso con la elección de Nicolás Maduro como
presidente.
En la coyuntura actual
estos países sudamericanos comparten la misma situación: las
cuestiones nacionales sobresalen en relación a los procesos
cooperativos, los cuales se dejan en segundo plano. Constatados los
hechos, el proyecto del UNASUR-1 que prometía un vuelo rasante en la
integración concreta de la industria de defensa regional está en
alto vuelo, pero lejos.
Referencias bibliográficas:
DIAS,
Anna; CARESEK, Carolina; SIBAUER, Jonathan; MERKLE, Vanessa.
UNASUL-I,
um passo rumo à integração regional sul-americana.
Observatório de Negociações Internacionais da América Latina.
Jul. 2014. Disponível em:
<http://onial.wordpress.com/2014/07/11/unasul-i-um-passo-rumo-a-integracao-regional-sul-americana/>
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SANAHUJA,
José Antonio. UNASUR: logros y dilemas.
In:
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SOUZA,
Tamires Aparecida Ferreira.
As razões de existência do Conselho de Defesa Sul-Americano da
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Internacional (USP),
v. 11, p. 124-148, 2016. Disponível em: <
https://cartainternacional.abri.org.br/Carta/article/view/485>.
Acesso em: 03 junho 2017.
Carla M. Pagliarini
Michelly S. Geraldo
Michelly S. Geraldo
1Mestranda
en Estudios Estratégicos Internacionales por la Universidad Federal
de Rio Grande do Sul. Contacto: carlapagliarini@hotmail.com
2Doctoranda
en Estudios Estratégicos Internacionales por la Universidad Federal
de Rio Grande do Sul. Contacto: gs.michelly@gmail.com
CURRICULUM VITAE DE LAS AUTORAS
Carla
M. Pagliarini mestranda en Estudios Estratégicos Internacionales por
la Universidad Federal de Rio Grande do Sul. Graduada en Relaciones
Internacionales por la Universidade Federal de Santa Catarina.
Michelly
S Geraldo doctoranda en Estudios Estratégicos Internacionales por la
Universidad Federal de Rio Grande do Sul. Graduada y Mestre en
Relaciones Internacionales por la Universidade Federal de Santa
Catarina.