Análisis
La movida geoestratégica y
publicitada de la decisión del presidente de los Estados Unidos
Donald J. Trump de reconocer a Jerusalen como la capital del Estado
de Israel constituido en 1948, y del cual se cumplirán 70 años el
año que viene descoloco a todo el establishment global desde las
Naciones Unidas hasta los moderados aliados de los Estados Unidos
dentro del mundo árabe e incluso con impacto en el Vaticano.
Veamos:
1. La movida del presidente Donald J.
Trump es una señal clara hacia los aliados estratégicos históricos
del Medio Oriente y descoloca a los propios sectores políticos
republicanos y democratas de los Estados Unidos que lo criticaban y
critican por no buscar una politica internacional clara.
Reconociendo a Jerusalen y siendo el
primer presidente de los Estados Unidos y a nivel global que da este
reconocimiento, lo ubica en una posición, hay una clara definición
de su política internacional.
2. La reacción de las Naciones Unidas
hoy por hoy implica no muchos dolores de cabeza para Estados Unidos,
quien desde la nueva gestión gubernamental cuestiona la burocracia
e inoperancia de gran parte del staff de las Naciones Unidas, y por
otro lado lado obliga a Europa a definirse con respecto a su
política a nivel global y con respecto al Medio Oriente y el
Estado de Israel.
3. Que haya recibido críticas y
amenazas de parte de grupos radicalizados palestinos como Hamas o
estados como Turquía e Irán no es nada nuevo ni para Estados
Unidos ni para el Estado de Israel, debido al doble standard y el
doble juego del cual son sospechados esos estados con respecto al
yihadismo y otros grupos. Además de buscar la desestabilización
del Medio Oriente.
4. Lo preocupante si, es la reacción
con los aliados moderados de Estados Unidos e Israel como Arabia
Saudita y Jordania, quien han expresado la no conveniencia de sacar
este tema a la palestra en plena efervescencia del Medio Oriente y
el Golfo, pero aquí la cuestión, precisamente el Medio Oriente y
el Golfo necesitan de Estados Unidos e incluso de Israel para frenar
o por lo menos decir Stop a la influencia de Irán sobre toda la
región, ejemplos sobran: En Siria, Irak y el Libano, Irán ha
ganado un gran protagonismo al ser parte de las fuerzas que
derrotaron a los insurgentes yihadistas de corte salafista como Al
Nusra y el ya conocido Estado Islámico, en ese sentido la Media
Luna persa ha logrado una gran Hegemonía, por otro lado la sospecha
que los propios árabes sienten hacia Irán en cuestiones como
Yemen.
5. Está la cuestión no menos
importante, la Religiosa, Jerusalen como Centro de las grandes
religiones monoteístas y allí cristianos encabezados por la voz
del Papa Francisco y musulmanes tantos sunnitas como shiitas señalan
que es un lugar de encuentro espiritual y religioso de sus
respectivos credos y no solo de Israel, y aquí la cuestión también
tendrá que encontrar una salida. Por parte del Estado de Israel,
que hasta ahora ha dejado las expresiones monoteístas en plena
libertad de sus cultos deberá frenar por otro lado a los sectores
radicalizados y fundamentalistas que poco quieren saber de
cristianos y musulmanes.
Prof. Mg. David Stern