BIOTECNOLOGIA
Y BIOETICA ANTE EL COVID-19
ENFERMEDAD
NATURAL O BIOGUERRA?
DR. MARIO R. DUARTE
ABOGADO (UCASAL)
JUEZ ADM. MUN. FALTAS M/C (CTES – ARG)
ESP. DER. PUB. CONT. (UCSF)
MIEBRO DOSSIER GEOPOLITICO (CBA – ARG)
COLABORADOR CENEGRI (RJ – BRA)
ESP. CIBERSEGURIDAD Y CIBERDENFESA
La
Biotecnología ha tenido una enorme importancia en las últimas dos
décadas, lo cual representa un dato sin precedentes y esta
revolución que ha causado se debe por su potencial ilimitado en pos
de los beneficios que otorgo y otorga a la humanidad. Es esta misma
Biotecnología la que ha tocado nuestra vida cotidiana en múltiples
aspectos como ser en los alimentos, la salud, la vida animal, etc.; y
a raíz de ello prevalece su importancia y su potencial para mejorar
también el medio ambiente que nos circunda a los efectos de lograr
una mejor calidad de vida en todo el mundo.
Si
bien haciendo un poco de historia respecto a la Biotecnología, ésta
ha sido aprovechada desde los albores de la civilización, en los
primeros tiempos para ser aplicada principalmente al arte culinario
en las más diversas partes del mundo, pero transcurrido el tiempo, a
principios del siglo XX comenzaron a incorporarla la industria y la
agricultura; y finalmente a mediados de siglo los grandes avances en
la genética dominaron la investigación Biotecnológica. El
descubrimiento del ADN, el código genético y la estructura “doble
hélice” fue descripto por Watson y Crick, a raíz de esto pronto
se desarrollaron nuevas técnicas para permitir la manipulación del
ADN. Las plantas, los microbios, los animales y los productos de
ingeniería genética como la insulina, destacan en el futuro de la
Biotecnología.
Una
vez realizada esta breve introducción es menester, entender una
definición conceptual generalizada y abarcativa de la Biotecnología,
para poder desentrañar el rol más que importante que juega en la
actualidad ante el avance y el desconcierto que genera esta pandemia
que tiene en vilo a la comunidad mundial y de la cual aún no
encontramos las verdaderas respuestas a esta problemática que pone
en jaque a la humanidad.
La
Biotecnología es una palabra que deriva del griego: bios=vida,
tecne=destreza y logia=estudio, ciencia; es decir se refiere a toda
aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos y
organismos vivos o sus derivados para la creación o modificación de
productos o procesos para usos específicos. Estos organismos pueden
estar o no modificados genéticamente, por lo que es muy importante
entonces no confundir la Biotecnología con la Ingeniería Genética.
La
Organización para la cooperación y el desarrollo Económico, define
a la Biotecnología como la aplicación de los principios de la
ciencia y la ingeniería para el tratamiento de materiales orgánicos
e inorgánicos por sistemas biológicos para producir bienes y
servicios. Se dice que probablemente este término fue acuñado en
1.919 por el ingeniero Húngaro Károly Ereki en una de sus primeras
bibliografías. La Biotecnología fue también definida por el
Convenio
sobre Diversidad Biológica de 1992
como «toda aplicación tecnológica que
utilice sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para
la creación o modificación de productos o procesos para usos
específicos.
Ahora
bien, como dijimos la Biotecnología tiene importantes aplicaciones
también en áreas industriales, como en la salud, a través del
desarrollo de nuevos enfoques para el tratamiento de enfermedades,
entre otras.
Las aplicaciones de la biotecnología son numerosas, y
suelen clasificarse en:
Biotecnología roja: se
aplica a la utilización de Biotecnología en procesos médicos.
Algunos ejemplos son la obtención de organismos para producir
antibióticos, el desarrollo de vacunas más seguras y nuevos
fármacos, los diagnósticos moleculares, las terapias regenerativas
y los diabéticos moleculares, terapias regenerativas y el desarrollo
de ingeniería genética para curar enfermedades a través de la
manipulación genética, dentro de ésta una de las que más
sobresale y se presenta como el ejemplo a seguir en el artículo en
desarrollo es el:
Diagnóstico de enfermedades:
La biotecnología ha aportado nuevas herramientas
diagnósticas, especialmente útiles para los microorganismos que son
difíciles de cultivar, ya que permiten su identificación sin
necesidad de aislarlos. Hasta hace muy poco tiempo, todos los métodos
se basaban en el cultivo
microbiológico, la tinción
histológica o las pruebas químicas y determinaciones en
suero, algunos métodos en general largos y tediosos que requieren
mucha mano
de obra y son muy difíciles de manejar.
El desarrollo de los inmunodiagnósticos con
los anticuerpos
monoclonales y de las técnicas que analizan el material
genético como la hibridación y secuenciación del
ADN o ARN, con la inestimable ayuda técnica de la PCR, han sido un
logro biotecnológico importante y decisivo para introducir el
concepto del diagnóstico rápido, sensible y preciso. Además, se
tiene en cuenta que esta metodología permite
su robotización y automatización en
el futuro del diagnóstico molecular genético, que es muy
esperanzador.
Si bien especificamos en especial lo de salud por
razones más que obvias, debido al tratamiento exclusivo que
realizare en torno a la relación de la Biotecnología y sus
implicancias ante el Coronavirus, la Biotecnología cuenta con otras
ramas de gran importancia como la médica, la agrícola, la
industrial, medio ambiente, etc.
Resumiendo, la biotecnología
comprende investigación de base y aplicada que integra
distintos enfoques derivados de la tecnología y aplicación de las
ciencias biológicas, tales como biología celular, molecular,
bioinformática y microbiología marina aplicada. Se incluye la
investigación y desarrollo de sustancias bioactivas y alimentos
funcionales para bienestar de organismos acuáticos, diagnóstico
celular y molecular, y manejo de enfermedades asociadas a la
acuicultura, toxicología y genómica ambiental, manejo ambiental y
bioseguridad asociado al cultivo y procesamiento de organismos
marinos y dulceacuícolas, biocombustibles, y gestión y control de
calidad en laboratorios.
Ya una vez analizado lo básico y
esencial para un conocimiento pleno de la Biotecnología, es dable
entender como actúa ésta ante el embate del coronavirus a los seres
humanos desde su aparición aparentemente en el pasado mes de
Diciembre de 2019 en Whuan ciudad capital de Hubei, República
Popular de China, al menos la mayoría de los analistas coinciden con
ello, pese a que ya hay diversas posturas sobre el mismo.
Tras la declaración de la OMS,
sobre la emergencia de salud pública de importancia internacional
por el brote del nuevo coronavirus (2019-nCoV) en China, y sumado a
los casos presentados en otros países, los laboratorios de
Biotecnología se hallan en una carrera exhaustiva por encontrar una
vacuna para combatir este mal. Algunos trabajan con drogas
antivirales ya conocidas.
En lo que respecta a los
científicos Chinos pudieron identificar rápidamente la secuencia
genética del nuevo coronavirus, con este código genético a la
mano, los científicos pueden empezar a realizar su tarea sin
necesidad de muestra del virus. En un
contexto como el actual, la
importancia de la biotecnología pasa de ser estratégica a ser
urgente, y se va a afianzar como uno de los sectores de inversión
más deseados.
Otras de las voces más
prestigiosas a nivel mundial asevero que: Según
la teoría del Dr. David Robertson (jefe de Genómica Viral y
Bioinformática de la Universidad de Glasgow) a través de su
estudio, aún sin revisar, el microorganismo que nos tiene en jaque
podría haber estado al menos 40 años en la naturaleza sin saltar a
nuestra especie, concretamente en los murciélagos de herradura de la
especie Rhinolophus
spp. y
que el ancestro más directo del actual SARS- CoV-2 se originó hace
entre 40 y 70 años como una mutación de otro virus de murciélago,
el RaTG13, que a diferencia del SARS-CoV-2, no tenía capacidad de
atacar células humanas. Este equipo ha estudiado regiones
recombinantes del genoma de 68 sarbecovirus, un subgénero de los
virus entre los que se encuentra el actual SARS-CoV-2, que suelen
mostrar una gran recombinación genética en la evolución. Hasta
aquí las mas que validas explicaciones de nivel científico.
Pero que ocurre, con las versiones
muy diferentes a las aquí mencionadas donde el principal elemento
son las conspiraciones y reproches entre unos países y otros a causa
de lo que padece nuestra humanidad, merced a que varios expertos y
gobiernos afirman que esto fue realizado por seres humanos en
consonancia a lo que venían pregonando varios organismos
internacionales en torno a la reducción de la población mundial?
Pues entre la marea de bulos que ha traído la pandemia
de coronavirus, uno de los más mencionados es el de su presunta
creación artificial en un laboratorio. El efecto
de esta supuesta gran mentira es tal que los científicos de todo el
mundo han decidido estudiar sus genes para comprobar si,
efectivamente, cabe esa posibilidad. Lo
que han descubierto es que una máquina de contagio tan perfecta está
muy lejos del alcance de la creación
artificial.
Ni forma parte de un experimento del Gobierno
estadounidense ni es un arma biológica
manipulada genéticamente en un laboratorio Chino para acabar con la
humanidad. El coronavirus
de Wuhan el virus que provoca
el Covid-19, lo creó la
naturaleza. Así lo ha ratificado una investigación publicada el
pasado martes en la revista Nature que trata de evaluar el posible
origen de este virus, cuyas
características solo puede explicar la selección.
El miedo y la incertidumbre, sumados a la
ingente cantidad de información que
circula estos días acerca del virus, han ido generando un caldo de
cultivo propicio para la creación de suposiciones, conjeturas
y teorías conspirativas.
Como ya ocurrió con la epidemia del zika en
España, hay quien piensa que puede tratarse de un arma
biológica diseñada para acabar con
cierto porcentaje de la población. Según esta teoría, el virus
habría sido inventado en el Centro
de Control y Prevención de Enfermedades de Wuhan (WHCDC),
de forma premeditada.
El objetivo, según esta teoría, sería reducir la
población de ancianos en el país o equilibrar el porcentaje entre
hombres y mujeres. Hay una tercera línea que apunta a
una propagación
accidental del virus. Así lo
afirmaba un artículo de Tecnocrazy News. "Cada vez está más
claro que el coronavirus es un arma biológica lanzada a propósito o
accidentalmente”.
Científicos especializados en salud pública, entre los
que se encuentra el español Luis Enjuanes, del Centro Nacional de
Biotecnología, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC), desmintieron públicamente esta información
a través de un comunicado en la revista The
Lancet,
defendiendo la labor de todo el personal sanitario.
Agrego además que "Científicos de múltiples países han analizado genomas del agente causal y los resultados concluyen, de forma abrumadora, que el origen del mismo está en la vida silvestre. El foro científico Virológical también recoge otro estudio que demuestra, desde un punto de vista genético, que este virus no fue creado por humanos.
Los organismos de poder también se sitúan en el foco
de algunas de estas suposiciones. En varias se acusa a Donald
Trump de orquestar un plan para
dañar la estructura de China como potencia mundial. Hay otras que
establecen una conexión entre este virus, la red 5G y una de
las teorías
conspirativas más
recurrentes en los últimos tiempos: los denominados 'chemtrails',
estelas que dejan los aviones y con las que, supuestamente, rociarían
con agentes químicos a la humanidad. Este “polvo inteligente”
habría servido para controlar remotamente el virus mediante
la tecnología
5G, después de que fuese implantado en la
población china a través de vacunas
obligatorias.
Esta suposición, compartida en redes sociales como
Facebook, sostiene que Wuhan,
foco del primer brote de la enfermedad, fue la primera ciudad china
en lanzar 5G.
Sin embargo, fueron 16 las ciudades chinas que implantaron estas
tecnologías a la vez en fase de prueba, según la información de
varios medios asiáticos recogida por el portal FullFact,
encargado de desmentir bulos y fake news.
La hipótesis asegura, además, que esta tecnología
debilita el sistema inmunológico y hace que sus habitantes sean más
propensos a contagiarse. De momento, no hay ninguna prueba que
corrobore los efectos perjudiciales del 5G.
Al igual que el 4G o el 3G, se transmite a través de
ondas que no son ionizantes, es decir, no dañan las células como
pueden hacer, por ejemplo, los rayos X. El grado de
exposición a estas ondas electromagnéticas es muy bajo en relación
a los límites legales y está por debajo del nivel de referencia
que marca la Comisión
Internacional de Protección de Radiación no Ionizante.
Aunque más allá de todo lo esbozado precedentemente
nos queda analizar el mismo desde el punto de vista Geopolitico,
quizás más ala de todo el más importante junto al científico,
para un entendimiento global y cabal del tema, porque si bien todas
las premisas y exposiciones presentadas en diversas partes del mundo
por la parte médica, no se puede negar lo que ya ha ocurrido en el
mundo en diferentes estadíos de la vida humana. Y aquí se pone
sobre relieve un gran interrogante: Coronavirus enfermedad natural o
guerra biológica?
1. La guerra biológica
Actualmente uno de los campos donde se intenta obtener
la supremacía hegemónica en el orbe escapa a todas las doctrinas
éticas y corresponde a la guerra biológica.
En este sentido, la potencia mundial que invierte la más
alta suma de su presupuesto anual para financiar
programas científicos que investigan sobre agentes patógenos que
puedan ser usados como armas biológicas es Estados Unidos,
experimentando constantemente en naciones entre las que destaca Cuba
al ser objeto de múltiples epidemias artificialmente provocadas.
Cabe destacar, en este caso concreto, que en Wuhan
funciona uno de los más sofisticados laboratorios biológicos
del máximo nivel de bioseguridad 4, Wuhan BSL-4, perteneciente al
Instituto de Virología de Wuhan, que experimenta con agentes
biológicos que representan un alto riesgo individual de contagio.
Este laboratorio trabaja con los patógenos más
peligrosos del mundo, incluyendo varios coronavirus, como SARS-CoV
(Síndrome Respiratorio Agudo y Grave), MERS-CoV (Síndrome
Respiratorio del Medio Oriente) y muchos otros tipos de virus bajo la
supervisión no solo del Gobierno chino sino de la misma OMS,
participando virólogos de EE.UU., Canadá y el Reino Unido.
La transferencia de la patente del 2019-nCoV 2015 del
Departamento de Justicia de EE.UU. al laboratorio de Wuhan
BSL-4, ratificando que el coronavirus
2019-nCoV fue conocido por primera vez en 1965,
autorizó no solamente a los científicos chinos para investigar este
patógeno que podía mutar durante los experimentos. En 2018, en
el sur de China, los virólogos descubrieron 89 nuevos coronavirus
procedentes de murciélago,
según la revista norteamericana Journal of
Virology (13 de
junio 2018), que tenían el mismo receptor que el CoV-MERS,
investigación financiada tanto por el Ministerio de Ciencia y
Tecnología de China como la USAID (CIA) y
el Instituto Nacional de Salud de EE.UU., que siempre compartió
información de los avances en la investigación sobre enfermedades
infecciosas y armas biológicas con el Pentágono, agravado por
cooperación en
el desarrollo de insectos asesinos para transportar virus modificados
genéticamente e insertarlos en tres tipos de insectos: pulgas,
chicharras y aleuródidos.
Lo anterior abre la posibilidad de filtración
deliberada del 2019-nCoV o por descuido de los virólogos chinos u
occidentales.
2. El efecto económico
Debe obligar un análisis urgente la coincidencia entre
la campaña mediática alertando de una enfermedad mortal en China y
la disminución extraordinaria en la demanda de productos orientales.
Como se sabe la rivalidad entre USA y China por el
mercado mundial, la inmensa deuda del primero con el segundo, la gran
acogida de los productos chinos en América Latina pese a una
propaganda extraordinaria contra éstos, han reubicado a las
potencias lo cual ha perjudicado el comercio de la nación
norteamericana.
Ahora que el dólar se ha disparado de modo extremo y
artificial, no es descabellado pensar en este virus como espada
filosa, tendencia que se ratifica cuando el secretario de Comercio de
EE.UU., de modo desafiante, afirmó en Fox
News que la enfermedad podría ayudar a la
agenda América
Primero al afectar a China
económicamente retornando el empleo a su país.
Cabe destacar la “generosidad” de la Unión Europea
quien movilizará 25 000 millones de euros para afrontar la crisis
del Covid-19, aunque para salvar a los Bancos (2008) emitió 2
billones de euros.
3. La intención política y militar
Actualmente los innumerables conflictos que enfrenta
EE.UU. en Corea del Norte, Siria, Irak, Afganistán, Rusia, China,
Venezuela, Irán, Yemen, Libia, Ucrania, Palestina, entre otros, lo
obligan a crear nuevas formas de salir de dichos pantanos como nuevos
mecanismos bélicos en el espacio, armas de destrucción masiva,
espionaje, chantajes y guerra biológica.
Por dicha razón de peso, no extrañaría sembrar un
virus de tal envergadura a través de sus asociados en pleno centro
de la actividad comercial y bélica de su oponente.
4. El efecto Mediático
Respecto al origen del coronavirus, la inmensa difusión
sobre la creencia que fue
contagiado en un mercado de productos exóticos del mar o
animales fue rechazada por la Organización Mundial de Salud
(OMS) y ahora muchos científicos de prestigio internacional han
lanzado la idea que el virus fue el resultado de la
bioingeniería. Francis Boyle, de la Universidad de Illinois, ha
determinado que “2019 Wuhan Coronavirus es un arma ofensiva de
guerra biológica (y) la Organización Mundial de Salud sabe
perfectamente qué es lo que
está pasando en Wuhan”, ratificado porque los medios de
comunicación globalizados ignoraron esta información y la de una
empresa de biotecnología de EE.UU., Moderna Inc. (Norwood,
Massachusetts), enviando el primer lote de su vacuna
de coronavirus, denominada mRNA-1273 al Instituto Nacional de
Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) para que los
investigadores efectúen las primeras pruebas en humanos.
Global Research ha sostenido
que este virus mantiene características únicas y muy similares a
las epidemias del SARS y el MERS, y “tiene
material genético nunca antes identificado y que no está vinculado
a ningún virus animal o humano conocido”.
En síntesis, la insistente campaña organizada a través
de una mediática sostenida por parte de las agencias de inteligencia
que manipulan las tres grandes empresas que controlan el mercado
mundial de la información (AP, Reuters, France
Press), ha logrado asimismo un triple efecto:
creer que China es el causante de la enfermedad para que, además de
culparlo, su economía colapse; hacer creer que toda la Humanidad
está en peligro de desaparecer y ocultar el análisis científico
social del fenómeno.
5. La ciencia médica
El coronavirus pertenece a una
extensa familia de virus que afectan al ser humano y a varias
especies de animales. Hasta ahora había seis conocidos que podían
enfermar a una persona de las cuales cuatro causan el resfriado
común, entre ellos, el del síndrome respiratorio agudo grave
(SARS), impactando China en 2002 y el síndrome respiratorio del
Medio Oriente (MERS), aparecido en 2012 en Arabia Saudí. Las
investigaciones realizadas en su momento apuntaron que el origen de
ambos síndromes respiratorios está en los murciélagos y éste ha
sido un importante elemento que se baraja también para el nuevo
coronavirus denominado COVID-19.
Al respecto, el trabajo del científico nariñense Fabio
Arévalo entrega una sinopsis clara y sustentada frente al fenómeno
en mención y la prevención necesaria ante este flagelo (3).
6. La bondad y maldad humana
Desde la Humanología como disciplina científica se ha
establecido parámetros muy precisos respecto al comportamiento
destructivo o proactivo.
Las élites mundiales plutocráticas actúan de forma
diferente a las personas comunes ya que su mentalidad de ganancia
oscurece los principios morales y, por tanto, no trepidan en matar,
engañar, silenciar, destruir, enfermar, a quienes se oponen a sus
designios.
Lo anterior convalida la tesis de que es posible urdir
cualquier mecanismo para hundir al competidor sin importar el número
de víctimas o familias destruidas, tal como ocurrió con la guerra
de Irak con más de un millón y medio de muertos, sin razón alguna
más que la ambición. Por tanto, el espíritu maligno existe y es
fuente de situaciones como la guerra biológica.
Por
último, es muy importante entender que cada sociedad se dota de un
conjunto de valores que definen lo que la gente cree que está bien y
mal, y que se reflejan en las conductas que se aceptan y rechazan.
Todo ello se plasma en unas leyes que definen lo que se puede y no se
puede hacer, y en un código penal que determina las consecuencias
que deberá afrontar quien infrinja esas normas.
Con frecuencia aparecen conflictos que hay que resolver,
cuando confrontamos dos hechos que están bien ambos, pero entran en
conflicto. En ese caso debemos optar por uno de ellos. Estos dilemas
son los que resuelve la ética, que analizará las circunstancias que
hay detrás de cada uno, sus posibles beneficios y riesgos asociados
y la legislación. Así emitirá un juicio razonado y una
recomendación sobre el camino a seguir.
La evaluación ética es una reflexión crítica sobre
la moralidad, un marco al que acudir para tomar la mejor decisión
posible con nuestra escala de valores y con las normas existentes.
Cuando los dilemas a debatir tienen que ver con las ciencias de la
vida y la salud hablamos
de bioética.
Y
más alla de todo, sin dejar de lado la discusión de fondo, Pandemia
Natural o Artificial, creada por la naturaleza o por el hombre,
enfermedad natural o Bioguerra…La carrera por obtener la vacuna
contra el coronavirus SARS-CoV-2 tiene sus derivadas económicas, que
entroncan con el
cuarto y último principio de bioética: el principio de
justicia.
Este principio, frecuentemente olvidado, exige que el
acceso a cualquier tratamiento sea equitativo, sin restricciones ni
discriminaciones. Las empresas que desarrollen estas terapias querrán
recuperar la inversión realizada y obtener beneficios. Es posible
que el precio de venta que se fije no sea asumible por todos los
sistemas de salud de todos los países del mundo, o por los
individuos en aquellos países en los que la sanidad pública no
cubra estos gastos.
Entonces nos enfrentaríamos a un dilema ético
importante que habría que resolver: la legitimidad de obtener
beneficio por la vacuna frente a la obligación de que esta pueda
llegar a todo el mundo que la necesite.
Los aspectos éticos de la investigación biomédica son
siempre esenciales. Lo son más en momentos de crisis, en los que no
podemos permitirnos el lujo de tomar atajos que puedan causar
problemas mayores que los que queremos solucionar, por querer
trasladar demasiado rápido los desarrollos desde el laboratorio a
los pacientes, sin los pasos intermedios que toda investigación
biomédica debe satisfacer.
Hay muchos más aspectos éticos a considerar en la
crisis actual del coronavirus, como el acceso a las unidades de
cuidados intensivos. Por el momento, quedémonos con este simple
mensaje: no nos olvidemos de la ética.
Las cartas están echadas, la única verdad es la
realidad, y esa realidad es que hoy por hoy se hacen esfuerzos
sobrehumanos para buscar una solución a esta pandemia; que además
hay que comprender que solo no nos salvamos, que es un imperativo
estar unidos, que hoy más que nunca solamente la solidaridad nos
puede sacar adelante mientras se busca las causales y la solución a
este virus. Que sin dudas también ya hay que ir pensando en la pos
pandemia, porque una vez que se vuelva a la normalidad y rogando para
que sea más temprano que tarde, esto que nos está pasando, nos deje
una gran enseñanza, para poder vivir en ese nuevo mundo que ira
asomando porque ya nada volverá a ser como antes. En pocas palabras
estamos viviendo una mutación del orden mundial en pleno comienzo
del siglo XXI, a través de la geopolítica del Coronavirus, pero
esto no quiere decir que ello implique crisis mayores, sino que este
tipo de pandemia lo demuestra la historia es generadora también de
oportunidades.
Por ultimo dejo este mensaje de índole ecuménica, que
deberá el principio rector ante nuevos retos o desafíos que debamos
enfrentar en cualquier tiempo y circunstancia, esgrimido por el Papa
Francisco: “…estamos todos en la misma barca y somos llamados a
remar juntos, para vencer las olas tormentosas del egoísmo y la
indiferencia”.
FUENTES CONSULTADAS